Los canales abiertos de hormigón, son peligrosas barreras que recogen y concentran flujos y carga contaminante, aceleran la velocidad del agua y provocan un importante impacto visual y medioambiental.
Los canales permeables captan el agua a través de material filtrante seleccionado (gravas, arena, tierra), evitando la captación de sólidos y frenando procesos de erosión y arrastre.
Permiten además la interacción del agua con el terreno, generan un flujo continuo y un régimen de turbulencia controlado, que oxigena el agua y aumenta la capacidad aeróbica del sistema obteniendo un agua limpia que se dispersa e infiltra en el entorno.
La incorporación del sistema a lagunas y humedales: