Uno de los problemas medioambientales inherentes al crecimiento y expansión de las ciudades es la progresiva impermeabilización del suelo.
En 1800 sólo el 1% de la población mundial vivía en ciudades de más de 10.000 habitantes. En 1960 dicha proporción era del 20%.
En 2025 la proporción se aproximará al 65%.
Algunos efectos negativos que provoca son:
Sin embargo, el más grave de los impactos es el generado al agua de lluvia y posteriormente a todos los ecosistemas acuáticos.
La impermeabilidad del suelo produce en el ciclo hídrico:
La fractura del ciclo natural del agua.
Un alarmante aumento de los volúmenes de escorrentía.
La situación es preocupante y claramente insostenible; es urgente adoptar nuevos criterios y técnicas que contribuyan a compensar el impacto generado al suelo, agua y atmósfera por los procesos urbanísticos y de edificación.
El objetivo de los SUDS es restaurar en la urbe el ciclo natural del agua y mantener la hidrología local, minimizando los impactos del desarrollo urbanístico, además de maximizar la integración paisajística y el valor social y ambiental de la actuación, naturalizando una buena parte de la infraestructura hídrica.
Los objetivos de los SUDS se podrían resumir en los siguientes aspectos:
El sistema de drenaje ATLANTIS permite controlar la contaminación derivada del arrastre o escorrentía del agua de lluvia por las superficies impermeables de nuestras ciudades. Los sistemas tradicionales de alcantarillado recogen y concentran la contaminación, transportándola durante periodos de lluvia, incrementando los niveles de contaminación de ríos y océanos.
El sistema ATLANTIS emula el ciclo hidrológico natural, captando el agua a través de superficies altamente permeables.
El agua captada es tratada de forma natural a través de procesos de filtración y bioremediación.
Se trata de un sistema extremadamente sencillo, ya que se construye a partir de placas rectangulares de diferentes espesores, constituidas por una serie de celdas huecas que forman una estructura semejante a la de un panal de abejas, muy resistente. Las placas están fabricadas en polipropileno reciclado y reciclable, se ensamblan fácilmente, y se disponen horizontalmente como manta drenante, verticalmente como pared drenante, o bien agrupadas para el almacenamiento o canalización de aguas.
A pesar de su gran ligereza, posee una extraordinaria capacidad portante. Se instalan envueltas en geotextiles de alta calidad y se cubre luego con arena lavada, de modo que el sistema crea un espacio enterrado a través del cual el agua puede circular en cualquier dirección. Mediante la utilización de geomembranas permeables o impermeables, permitimos o impedimos que el agua penetre o abandone el sistema, logrando una adaptación ideal a cualquier tipo de configuración deseada. El sistema capta y gestiona exclusivamente agua filtrada, al moverse el agua en su interior, el diseño de las celdillas genera un regimen de turbulencia controlado (vortex) que contribuye a oxigenar el agua e impide el sedimento interno de limos, evitando que el sistema pueda llegar a atascarse.